Hoy os voy a enseñar varias ayudas para mejorar la sedestación de nuestr@s chic@s, ideas que presentamos en el taller que dimos en Albacete, en el encuentro de bajo coste.
Muchos de nuestros peques no mantienen una buena postura en sedestación, lo que les dificulta desarrollar muchas de sus tareas escolares. Nos podemos encontrar desde chic@s con TEA o Down, con un tono muscular abdominal más bien bajito, que se recuestan sobre la mesa con posturas cifóticas, miembros inferiores en W, brazos colgando fuera de la mesa, pies enredados en las patas de la silla, etc.
Otros chicos con TDAH, que no paran quietos en la silla, que tampoco mantienen una buena postura en sedestación y necesitan levantarse y moverse de forma contínua.
En estos casos, nos encontramos que esta mala sedestación favorece la dificultad de mantener la atención y potencia un bajo nivel de alerta. Las posturas cifóticas tampoco nos ayudan a que nuestros chicos manipulen bien los materiales escolares. Antes de buscar un producto de apoyo o una adaptación para los materiales, tenemos que abordar esa postura del niño.
Pensamos en recursos que tenemos a mano para ver si mejorábamos estos aspectos y sacamos estas conclusiones:
Cojines: para el respaldo, mejora la postura pero en cuanto el niño se nueve se va el cojín con él. Hay que colocarlo todo el tiempo y al final entorpece más que ayuda.
Podemos usar cojines de viscoelástica, no se mueven tanto, pero pesan y si el niño pone la mochila en el respaldo tenemos el riesgo de que la silla vuelque. Ojo con estas cosillas!
Pelota tipo Bobath: la encontramos en casi todos los centros de terapia, muy estimulante para los niños, regulan el nivel de alerta y se trabaja muy con ella desde el enfoque de la integración sensorial para abordar las disfunciones en el sentido vestibular y propioceptivo. En nuestra práctica, mejoraba aspectos atencionales, obligaba a adoptar una buena postura en los chicos: pies apoyados en el suelo y brazos sobre la mesa para tener mayor base de apoyo, pero al cabo de un rato de estar sentado veíamos que la postura se nos iba, el niño volvía a adoptar postura cifótica, con retroversión de la pelvis e intentaba recostarse en la mesa de nuevo. Además para usarla en el cole es bastante incómoda si el niño tienen que cambiar varias veces de clase.
Apoyos con plano inclinado: con base más y menos dura. En el primer caso con el módulo azul, si el niño tiene mucho peso, comienza a deformarse, además en las épocas de calor, produce sudor y roces (aunque se valora poner una funda y se soluciona el problema).
La segunda ayuda es de madera, base dura que no suele gustar a los nenes con tono bajito, además la superficie escurre un poco. Aumenta el tono y con él el nivel de alerta pero se cansan rápidamente.
También observábamos esa retroversión de pelvis en ambas, así que las descartamos.
Y la estrella de la corona es el cojín de aire (este es de Decathlon, pero seguro lo venden en muchos otros sitios). Blandito, se adapta al culete del niño, es muy propioceptivo pues cada cara del cojín tiene una superficie distintas, hay peques que la zona de pinchitos no la toleran y a otros les encanta. Lo pueden transportar a distintas aulas y vale para todo tipo de sillas. De momento nos quedamos con este, que es el que mejor nos funciona.
Banquitos: este es del Ikea, pero nos vale un step o cualquier superficie que tenga la altura adecuada para que nuestros niños apoyen los pies y no se le queden colgando de la silla.
Son ayudas sencillas que nos facilitan mucho esta higiene postural que tanta guerra nos da en el cole.
¿¡¿¿¡Y vosotr@s, usáis otras?!?!? Os agradezco que las compartáis!
Saludos y buen día!
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